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Foto del escritorBerenice De León

Accionando tus ganas de cambiar el mundo


Desde hacía unos años comencé con esta idea y estas ganas de querer cambiar el mundo, pero era más la frustración que tenía al no poder lograrlo de la noche a la mañana.


Fue ahí cuando encontré Travelers With Cause, donde me enseñaron que no somos salvadores, ni superhéroes que pueden cambiar el mundo de la noche a la mañana, sino que debemos aportar en proyectos a largo plazo que aporten en la sostenibilidad de una comunidad. Es ahí donde comienza mi Experiencia Inca.

Una vez que te entra la idea a la cabeza de realizar un voluntariado, no hay vuelta atrás.

Así fue como comencé este journey...



No tengo palabras para describir el sentimiento de esta inmersión cultural, vivir con una comunidad su día a día, desayunar, comer, cenar y trabajar con ellos 24/7, que nos abrieran las puertas de su casa, al final, pensaba que ellos nos estaban ayudando a nosotros, más que nosotros a ellos.


No les mentiré, el trabajo fue un poco pesado y más si no están acostumbrados a realizar este tipo de actividades, pero trabajar en equipo y ver la sonrisa tanto de los voluntarios como de la comunidad, siempre valía la pena.


Algo que era muy común era mi pensamiento de “pero no hice nada, en 1 semana no creo ayudar en nada” y no era la única que pensaba de esa manera, sino que también los otros voluntarios lo tenían en mente, pero no. Ese "nada", ese poquito que ayudaste, al final, de poco en poco se va haciendo mucho. Como dicen, aporta tu granito de arena y así verás cambios, es real.


En verano (junio 2022) apenas estábamos comenzando con la construcción del taller de artesanos y meses después en octubre del mismo año, el proyecto ya había avanzado demasiado y aquí es cuando pensé:

Wow, yo puse las bases para que otros pudieran levantarlo... ahí estuvo mi granito de arena y ahí es cuando veo mi trabajo, un trabajo sostenible a largo plazo.


Esto que les acabo de platicar sólo fue del voluntariado, ahora viene la aventura. Un reto físico y emocional, pero una de las mejores experiencias que he vivido. Lograr superar a la mente fue todo un reto, que de seguro, tú también podrás lograr y más si tienes este deseo de aventura y de superación personal.


Qué les diré, para mi Perú era un país más, no le daba mucha importancia, pero que equivocada estaba. Cuando dicen que tiene una de las maravillas del mundo, realmente pienso que TODO el país es una maravilla, pudimos ver distintos ecosistemas a lo largo de la aventura y cada uno tenía su propia magia.


Ver la Montaña de 7 colores, me dejó sin palabras, es de esos lugares que en fotos se ve increíble, pero una vez lo vives en persona es aún mejor de lo que crees. Eso sí, la altura es un poquito difícil, no les mentiré. Batallé un poco para lograrlo, pero una vez que estás arriba te dices a ti mismo que todo valió la pena.


No les platiqué antes de Cusco, esta ciudad llena de color, alegría y que en 10 minutos ya te aprendes todas las calles y sabes llegar a todos lados. Tiene una de las mejores gastronomías del mundo (para mi) realmente todo lo que comíamos estaba delicioso y lo mejor de todo es que era súper económico.


Si te interesa leer más de la gastronomía de este país, te recomiendo el blog de Dani: Sabores que tienes que probar cuando viajes a Perú



Luego realizamos el Salkantay Trek y acá 3 palabras que lo definen es:

retador, impresionante y emocionante.


Retador: ¿alguna vez has caminado desde las 5 de la mañana hasta las 5 de la tarde? Ahora imagínate eso por 3 días seguidos… si, ahora entiendes por qué elegí esa palabra. Claro que para esto yo personalmente me preparé yendo a caminar, correr y subir cerros, pero la altura vuelve un poco más complicado todo. ¿Cuál es la solución?:

buena música, compañía y plática, así, créeme que todo se va volando.



Impresionante: WOW, WOW y más WOW las vistas de cada día...

Pasamos de estar en la nieve, en uno de los lagos más increíbles que mis ojos han visto, a estar en la selva, de traer gorro, guantes y calentadores a top deportivo y leggings.

Realmente las vistas que se ven ahí hacen que se te quite lo cansado y si, lloré varias veces de lo que estaba viviendo y viendo en ese momento.



Emocionante: yo había subido cerros, pero estas eran montañas, quién diría que estaría a 6,000 metros sobre el nivel del mar viviendo ese momento, pasar por acantilados, donde podía haber derrumbes, por subidas y caminos estrechos, vías del tren, demasiadas emociones en un solo camino. Alegría, cansancio, llanto, pero al final todo valía la pena.



Por último, Machu Picchu, es impresionante ver toda la arquitectura, porque solo me podía cuestionar, ¿cómo lo hicieron? Como algo tan perfecto pueda existir aún, así como lo ves en fotos, así como te lo imaginas, así es.


Dato curioso de Machu Picchu: no te puedes tomar fotos brincando o haciendo acrobacias, ya que es como una ofensa para esta maravilla del mundo.



Al escribir esto, solo puedo recordar los momentos que estuve allá y créanme lo escribo con una sonrisa en mi cara, quisiera poder platicar más a detalle todo, pero no quiero que esto sea más extenso. Solo me queda decirles:


Vívanlo y ámenlo tanto como yo... si te vas a arrepentir de algo, será de no haberlo hecho antes.

Berenice De León







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