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La universidad, el momento perfecto para vivir una experiencia internacional.

No hay una mejor manera de poner a prueba las habilidades y destrezas de un estudiante universitario que a través de una experiencia internacional, y hay muchos opciones; desde intercambios académicos, cursos, competencias entre universidades, hasta voluntariados y apoyo social.

Algo que me encanta platicar de mi experiencia personal, es que los viajes siempre son aprendizaje y nadie los vive de la misma manera, por lo que representan un reto diferente para cada quien, quizá haya quienes necesiten desenvolverse en situaciones distintas o a quien le sirva poner en práctica otro idioma o quizá el reto lo encuentran al relacionarse con personas de distintas formas de pensar o hasta el hecho de estar fuera de su zona de confort.

A veces, ni siquiera tenemos idea de lo que necesitamos desarrollar hasta que se nos presenta la situación y dicha situación puede ser la cosa más pequeña o grande.


Dentro de la velocidad y banalidad del mundo actual, me parece realmente importante que los universitarios tengan acceso a oportunidades que los hagan crecer, tanto como profesionistas así como personas y para ello hay que contar con las herramientas para facilitarles el camino y se interesen por ello.





Voy a hablar un poco de lo que personalmente fue un cambio importante y realmente trascendente en mi vida universitaria y sucedió precisamente cuando vencí mis miedos y decidí abrirme al mundo para vivir un tiempo fuera de mi país, en un viaje que por primera vez realizaba lejos de mi familia.


En esta aventura en la que decidí embarcarme viví una cantidad de experiencias y emociones incontables, tanto buenas como malas pero que al final se convirtieron en aprendizaje y crecimiento.

Empatía, humildad, apertura al cambio, capacidad de asombro, agradecimiento y lo más importante... relaciones, son los aprendizajes al realizar una experiencia internacional

  • Empatía: Realmente estar en un lugar nuevo con personas desconocidas que posiblemente ni siquiera hablen tu mismo idioma te hace mucho más sensible a los retos de la vida y al darte cuenta de lo que se vive en distintas partes del mundo, se desarrolla una habilidad empática que va más allá de lo que vivimos día a día en nuestra “burbuja personal”.


  • Humildad: Darte cuenta que el mundo es mucho pero muchísimo más que los problemas que tenemos día a día y que a veces ni siquiera son realmente importantes, te hace una persona centrada y que se da cuenta de su situación, sus fortalezas y debilidades para ponerlas desarrollarlas y ponerlas en práctica en favor de los demás.


  • Apertura al cambio: Cuando una persona sale de su zona de confort expande los límites de sus miedos y de su territorio conocido por lo que es mucho más fácil resolver problemas teniendo una mente más abierta a las posibilidades

  • Capacidad de asombro: Normalmente estamos tan involucrados en nuestro día a día que perdemos la capacidad de asombro ya que todo nos parece igual y no nos damos la libertad de sorprendernos con las bendiciones que nos da la vida, y es impresionante como en un viaje, al todo parecernos nuevo, abrimos de nuevo la mente y hasta una señal de tránsito, o la forma en que recolectan la basura en otros lugares nos puede sorprender y justamente esto me lleva al siguiente aprendizaje.

  • Agradecimiento: Al volver de una experiencia de este tipo podemos regresar siendo mucho más agradecidos de las cosas que tenemos y lo que nos ha dado la vida; me parece valioso el agradecimiento ya que si lo ponemos en práctica en el día a día seremos capaces de tener una vida más feliz y las personas a nuestro alrededor lo notarán por lo que el beneficio se hace extensible.

  • Relaciones: Siempre que una persona se abre a nuestras oportunidades, se conocen nuevas personas y las relaciones que se pueden hacer en los viajes pueden ser realmente trascendentes en muchos sentidos; tanto personal como laboralmente. La globalización nos permite tener y mantener amigos alrededor del mundo por lo que entre más ampliemos nuestro círculo, más oportunidades de crecimiento personal y profesional tendremos.



Estoy eternamente agradecido con mi universidad ya que me permitió vivir todas estas experiencias internacionales que abrieron mi mente y me hicieron darme cuenta que los límites los tenemos dentro y que no somos menos que las personas de universidades o instituciones de renombre internacional, si no que:

Todos somos personas tratando de mejorar y ser trascendentes por lo que podemos competir en cualquier parte del mundo sin importar de dónde venimos.

Pepe Hernández

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